En una maratónica sesión, la Asamblea Universitaria decidió aprobar el nuevo Estatuto, con 108 votos del oficialismo y parte de la oposición. La nueva normativa de base contempla convenios colectivos, ampliación de derechos para los cuatro estamentos y limita la reelección indefinida, entre otras cosas.
La Universidad Nacional de La Rioja vivió un nuevo hecho histórico post “toma” universitaria que deviene del transitar democrático que se inició en el 2014. La asamblea reunió este miércoles 14 de diciembre, en el Anfiteatro 17 de Octubre, a 12 agrupaciones políticas para abordar la norma principal que rige la vida universitaria. El límite a la reelección indefinida, el juicio político a funcionarios, el voto electrónico, la eliminación de las listas colectoras y la ampliación de derechos para estudiantes, graduados, docentes y nodocentes, son algunos de los principales cambios que se implementarán ahora con la nueva normativa.
Al finalizar la sesión que se extendió por más de cinco horas, el rector de la UNLaR, Fabián Calderón dijo que “se ha dado un debate con más de 150 miembros de la asamblea. Nos alegra porque nos apoyaron muchos de los representantes de los espacios que hoy dicen ser la oposición, que entendieron que este es un proyecto que va más allá de una mirada electoral y que tiene que ver con un estatuto nuevo para la universidad que todos pretendemos”.
Debate y votación
El órgano de gobierno, conformado por 162 integrantes, aprobó el nuevo estatuto con los dos tercios que se necesitaba, respecto al total de los miembros presentes (153). 98 votos fueron de asambleístas del Movimiento Universitario de la Toma (MUT), y los 10 restantes de estudiantes y docentes que pertenecen varias agrupaciones de Humanidades, Aplicadas y Salud.
En la sesión extraordinaria los representantes de las doce agrupaciones políticas presentes, que integran el Consejo Superior, concejos directivos de los departamentos y los decanos, tomaron la palabra para referirse al proyecto de nuevo estatuto, y plantearon apoyos y disidencias.
Durante el debate, se realizaron modificaciones referidas a dos puntos concretos: Domicilio para candidatos a decano de sede Capital (deberán tener domicilio en la ciudad de La Rioja); y la incorporación de una cláusula transitoria que define un plazo de seis meses para reordenamiento de las carreras del departamento que a partir de ahora será de “Humanidades y Ciencias de la Educación”.
Posteriormente, se aprobó el texto del nuevo estatuto universitario que fue elaborado durante más de un año por una Comisión de Reforma ‘Ad Hoc’.
El antecedente inmediato que tiene la Asamblea es la convocatoria del 2014, cuando en aquella oportunidad el cuerpo estableció las el sistema electoral para las primeras elecciones democráticas que se realizaron en la UNLaR. Cabe destacar que durante más de 20 años, la Universidad Nacional de La Rioja estuvo regida por un sistema que impedía la pluralidad, como por ejemplo la participación de distintas representaciones políticas.
En esta oportunidad, las 12 agrupaciones políticas que conforman la Asamblea y que surgieron luego de la caída del régimen del ex rector Enrique Tello Roldán, pudieron estar presentes y expresar sus acuerdos y disidencias.
Un nuevo estatuto participativo
El nuevo estatuto propone una técnica legislativa ordenada, ya que el vigente es de normas muy ambiguas, y además tiene lenguaje inclusivo. Esta nueva norma, define la educación superior como un derecho humano y un bien público social; señala que es un deber fundamental del Estado garantizar el acceso y la permanencia a ella de todos los ciudadanos en igualdad y libertad; garantiza la pluralidad y la diversidad ideológica, política y religiosa.
En cuanto al gobierno y la gestión de la Universidad hay cambios fundamentales: La elección de las autoridades es directa y por medio del voto ponderado de los cuatro estamentos universitarios; se unifica la duración del mandato de las autoridades en tres años y se prohíbe la reelección por más de un período consecutivo; según se dispone, todas las autoridades electas están sometidas a juicio de responsabilidad política por su desempeño y su conducta, previendo la suspensión o la remoción del cargo.
Por otra parte el nuevo estatuto establece en forma innovadora la iniciativa y la consulta popular para que la ciudadanía universitaria analice y se pronuncie sobre los asuntos concernientes tanto al Consejo Superior como al Rectorado sometidos a su consideración.
En el plano electoral: Establece que los comicios se realizan en forma directa, obligatoria, secreta, simultánea y por lista de candidatos completa; implementa el sistema de boleta única mediante el voto electrónico y elimina expresamente las colectoras; incorpora la elección directa de los directores de carrera; garantiza la representación de las minorías en todos los órganos de gobierno mediante el sistema de reparto proporcional D’Hont; asegura la representación de las sedes del interior en los órganos colegiados de gobierno; garantiza y amplía efectivamente la participación política mediante la reducción de las condiciones para ser Rector, Vicerrector y Decano; y garantiza a todas a las agrupaciones políticas igualdad para difusión de sus propuestas electorales en los medios universitarios.
En cuanto a los beneficios para los estudiantes, el nuevo estatuto incluye como derechos estudiantiles obligatorios la licencia estudiantil, el seguro obligatorio y el funcionamiento del comedor universitario. Garantiza el acceso y la permanencia libre y gratuita para todos los estudiantes de pregrado y grado; fija un régimen de becas y ayudas económicas para incentivos académicos, profesionales, deportivos y de transporte; garantiza la participación de los estudiantes en los procesos de evaluación de los docentes; asegura la conformación de los centros de estudiantes y el reconocimiento de las federaciones de centros de estudiantes.
Para los estamentos Docente y Nodocente, el proyecto incorpora las disposiciones del convenio colectivo de trabajo para ambos sectores. La UNLaR pasará a ser la primera universidad que hace referencia en su estatuto a las normas convencionales del sector, garantizando así la efectividad docente a través de la carrera y los concursos docentes; y además afianza los derechos, la estabilidad y la promoción laboral de los trabajadores Nodocentes. Para los Graduados, establece un régimen de becas de posgrado, se les dará prioridad en el inicio de la carrera docente y asegura la participación de los graduados en la vida política universitaria, permitiendo la conformación de agrupaciones de graduados.