La comunidad universitaria, en el marco de un pronunciamiento multiestamentario, reafirmó la negativa a que graduados de la carrera de Escribanía deban emprender un proceso laboral gratuito con un concurso de antecedentes y oposición, como pretenden desde el Colegio de Escribanos. Autoridades, docentes, estudiantes y graduados exigieron a Diputados que no den tratamiento al proyecto correspondiente e invitaron a los miembros de la mencionada entidad de profesionales a trabajar en forma conjunta para encontrar una instancia superadora.

El decano del Departamento de Ciencias Sociales, Jurídicas y Económicas, Juan Chade; la directora de la carrera de Escribanía, Gabriela Brizuela; el secretario de Asuntos Estudiantiles, Gustavo de la Fuente y la subsecretaria de Graduados, Cristina Uliarte; acompañados por los miembros del Centro de Estudiantes de Escribanía y de otras carreras, sostuvieron su negativa a que graduados realicen un año de pasantías gratuitas y a someterse a un concurso de antecedentes y oposición, como pretenden desde el Colegio de Escribanos. También estuvieron presentes los secretarios de Asuntos Académicos, Miguel Molina, de Relaciones Institucionales, Bernardo Sánchez Alem; y Académico, Científico y de Extensión del Departamento de ‘Sociales’, Guillermo E. Elías Sánchez.

Ante el proyecto que presentó el Colegio de Escribanos en la Cámara de Diputados sobre la Ley Orgánica Notarial, que busca modificar el inicio de la carrera profesional estableciendo una pasantía gratuita por un año, cuya aprobación está sujeta a un concurso, la UNLaR ratificó las objeciones e invitó a profesionales a acercarse a la universidad para dialogar sobre los cambios que consideren necesarios en los trayectos pedagógicos durante el cursado de la carrera.


Quienes pretenden evaluar la idoneidad del graduado son docentes universitarios

En tono explicativo, el Decano comenzó diciendo: “hay una resolución ministerial de Educación de la Nación que establece las incumbencias profesionales de cada título, entonces cuando otra institución quiere arrogarse esa facultad, nosotros creemos que se están excediendo en ese tema y solamente le corresponde a la universidad”.

En segundo lugar, Chade señaló que “lo que tienen que hacer los colegios es velar por el ejercicio ilegal de la profesión pueden cobrar aranceles, el derecho a inscripción y otras cuestiones que hace a la ética, pero eso, una vez que esté matriculado en el colegio”.

Asimismo, consideró que para ejercer la profesión es suficiente con el título que otorga la universidad. “Lo sostenemos firmemente en ese aspecto, no queremos retroceder”, añadió.

Para Chade “no puede ser que se hable de habilidad, idoneidad, y de falta de ética. La universidad, en los planes de estudio y docente que forman toda la carrera de escribanía, tenemos escribanos que están en el colegio que imparten la enseñanza y los exámenes correspondientes, y en base a esos informes, que ellos elaboran, la universidad les otorga el título.

El Decano señaló que “cuando están acá piden el libre acceso a la actividad profesional; luego, cuando pasan al otro sector comienzan a querer con algunas cuestiones como falta de práctica, falta de idoneidad, por eso queremos invitarlo a toda la comunidad universitaria a que si ven fallas tomemos nota y hagamos todo lo que hay que hacer para modificar las currículas y mejorar todo aquello que haya que mejorar”.

Finalmente, invitó a los profesionales en la materia, señalando: “las puertas de la universidad y del decanato están abiertas para quienes quieran acercarse a aportar sus ideas para mejorar esta situación y no entrar a un conflicto que no nos lleva a solucionar nada”.

Por su parte, la directora de la carrera Gabriela Brizuela recordó que participaron en representación de la UNLaR en reuniones en la Cámara de Diputados y han logrado algunos consensos.   “No consideramos pertinentes pasantías gratuitas por un año, ni someterse a un concurso en los términos que dice el proyecto; sí es posible algunas modificaciones como actualizaciones en base a la modificación del Código Civil y Comercial de la Nación. Es una posición de la UNLaR como institución formadora”, precisó.

En tanto, desmintió posiciones que hacen referencia a los conocimientos de los graduados diciendo que el mismo colegio ha felicitado graduados que participaron jornadas nacionales con ponencias de trabajos científicos. “Damos fe de la calidad que tienen nuestros alumnos”, sostuvo.

A su tiempo, el Subsecretario de Asuntos Estudiantiles remarcó las “incoherencias dadas en esta manifestación del colegio (ya que) muchos de los que están pregonando esta modificación son docentes de esta casa de altos estudios. Son parte de la currículas y formación de estos estudiantes que a futuro van a ser graduados”. “Veo como una forma malintencionada de, en vez de acercarse a la universidad a aportar y tratar de ayudar a los estudiantes, al departamento y a la carrera, simplemente ponen límites para el ejercicio profesional”.

Dejo la tranquilidad a los estudiantes de luchar hasta el último momento para que una vez recibidos puedan desempeñarse de la mejor manera, concluyó de la Fuente.

A su vez, la subsecretaria de Graduados advirtió que la universidad brinda trayectos pedagógicos y académicos que forman en capacidades y competencias y tienen que ver con el perfil profesional que tienen. Precisó que, “en base a eso, tienen las instancias de trabajo interno de revisión de las carreras y convocó a todos los actores que crean que necesitan mejorar esta situación a que se acerquen a la universidad”. “Necesitamos de sus voces y poder reflexionar sobre los trayectos; si consideran que la evaluación necesita otros puntos se puede conversar sobre las medicaciones que necesitan hacer a los trayectos, pero no posteriormente a que el estudiante recibe el título”, finalizó Uliarte.

 

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