El juez federal Daniel Rafecas se presentó en la Universidad Nacional de La Rioja, donde habló sobre “Autoritarismo, Justicia y Democracia”. Previo a su exposición, fue recibido por el vicerrector José Gaspanello y funcionarios universitarios, con quienes habló sobre el proceso de “La Toma” de la UNLaR.

Daniel Rafecas es doctor en Ciencias Penales de la UBA, juez Criminal y Correccional Federal Nº 3, Primera Instancia Comodoro Pi, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y llegó a la Universidad Nacional de La Rioja con el objetivo de conocer a estudiantes y docentes y hablar sobre algunos episodios recientes del país y el mundo, según comentó. Además, su visita fue propicia para plantear la situación de los juicios de lesa humanidad que se dan en todo el país y el problema de la violencia institucional.

Consultado sobre el proceso de “La Toma” en la UNLaR, Rafecas dijo que no lo conocía y consideró que “es apasionante, único y espero profundizar en conocimientos, más en detalles, más adelante”.

La disertación se desarrolló en la Sala Roja del Microcine y fue organizada por AIRE (Aporte Interdisciplinario para la Región), la Subsecretaría de Graduados de la UNLaR, la agrupación Equidad y el Centro de Estudiantes en Ciencias Jurídicas. 

Rafecas es autor de dos libros, uno sobre la historia de los juicios de lesa humanidad en la Argentina y en los delitos de tortura y malos tratos; y otro sobre la historia del holocausto. En su disertación indicó que “el nazismo, el holocausto y el terrorismo de Estado en Argentina está muy próximo y es objeto de crisis, debates y charlas”.

Asimismo, como juez federal tiene a su cargo la causa del Primer Cuerpo del Ejército. En este sentido, señaló que “tortura es la negación del reconocimiento de otro como persona. Es la antesala de la muerte”. Y precisó que “no es casualidad que el legislador argentino entienda que el delito de tortura es igual al de homicidio”.

El magistrado explicó que, en su libro sobre la historia del holocausto, formula un planteamiento en dos partes: uno en el que aborda el crimen de tortura durante la dictadura militar, y otra en la que analiza el delito de tortura en la postdictadura.  

Al respecto, precisó que Argentina, en cinco oportunidades, ha sido objeto de condenas en la Corte Internacional de Derechos Humanos por no haber interpuesto condenas ante denuncias de tortura. Precisó que “en un proceso de 10 años ha empezado a revertirse y se está comenzando a dictar sentencias en crímenes que se han cometido en cárceles y comisarias. Comienza a abrirse jurisprudencia”.

 

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