El rector de la Universidad Nacional de La Rioja, Fabián Calderón, recibió a los secretarios general y técnica de la Federación Nacional de Docentes, Investigadores y Creadores Universitarios, Luis Tiscornia y Claudia Baigorria, respectivamente. El encuentro estuvo enmarcado en el proceso de paritaria docente abierto en la UNLaR.
Los referentes de la CONADU Histórica -acompañados por los miembros de la nueva comisión de la Asociación Riojana de Docentes Universitarios, encabezada por su secretaria adjunta, María Esther Alonso-, se interiorizaron del avance del convenio colectivo de trabajo acordado en la Universidad Nacional de La Rioja.
En este marco, el secretario general de Federación, Luis Tiscornia, destacó la “nueva etapa” abierta en la UNLaR, tras “La Toma”. Estas condiciones “nos permite hoy sentarnos con las autoridades de esta universidad y firmar la paritaria que va a aplicar el convenio colectivo, dándole tranquilidad laboral a todos los docentes interinos”, indicó. “Es un cambio muy fuerte, que valoramos. Ese es el camino que tiene que continuar y profundizar”, comentó; a lo que agregó: “la UNLaR es una de las universidades que aplica el convenio colectivo de trabajo”.
El sindicalista nacional recordó que, anteriormente, los integrantes de la actual comisión directiva de ARDU-La Rioja “estuvieron 7 años cesanteados” durante la gestión de Enrique Tello Roldán. “Fueron años oscuros, muy negros para la educación y la universidad pública en La Rioja”, recordó.
“PELIGRA EL INICIO DE LAS ACTIVIDADES ACADÉMICAS DEL AÑO QUE VIENE”
En el marco nacional, “los ejes fundamentales de los reclamos de la Federación”, están centrados en “la situación salarial, la situación presupuestaria de las universidades, ante la dificultad en la aplicación del convenio colectivo de trabajo”, puntualizó Tiscornia. El Secretario sindical manifestó que, en este marco, “reclamamos al Gobierno nacional un incremento salarial de emergencia y no hemos tenido respuestas positivas. El presupuesto de este año es un presupuesto de ajuste”, y el “presentado para el año que viene, que está en el Congreso, también es un presupuesto de ajuste”, reflexionó; a lo que agregó: “si no se revierte, vamos a tener un inicio de clases afectado por esta situación”.
Informó que las expectativas están puestas en el tratamiento que se de en Senadores, el próximo 30 de noviembre. “Peligra el inicio de las actividades académicas del año que viene” si para entonces, “no hay cambios, y si no hay aumento de presupuesto para universidades nacionales”, dijo.
También cuestionó “la distribución completamente irregular y discrecional” de un refuerzo presupuestario que fue destinado sólo para un grupo de casas de altos estudios, excluyendo al resto. “Estamos ante una política de ajuste, de elitización y de achicamiento de la universidad pública”, consideró Tiscornia. Además, denunció “la maniobra del fiscal (Guillermo) Marijuán que pretende claramente involucrar la justicia en una maniobra de desprestigio de la universidad pública, que suele ser la antesala de políticas de ajuste”.
Finalmente, auguró que, de mantenerse esta situación, “el año que viene será de mayor unidad de todos los claustros, fundamentalmente con los estudiantes, para reclamar por nuestros derechos y defender la universidad pública”.