“La historia de la Reforma Universitaria, 100 años de la reforma en Córdoba, Proceso de democratización en la UNLaR (Toma UNLaR 2013)” fue el tema del tercer eje de las Jornadas Regionales Centenario Reforma Universitaria CRES-UNLaR 2018, que se llevó a cabo este jueves, en la Sala Académica. En la oportunidad, expusieron los historiadores Adrián Mercado y Miguel Bravo Tedín y el abogado Pedro Carreño.

La mesa fue coordinada por la subsecretaria de Posgrado, Leila Torres, quien presentó a cada uno de los panelistas, en el marco de la jornada que rememoran los 100 años de la Reforma Universitaria, que se llevan a cabo en la UNLaR.

El historiador Adrián Mercado centró su exposición en el rol de las mujeres en 1918 en el proceso reformista desarrollándolo en tres ejes. El primero desde la concepción premoderna, en Siglo XVII durante la Gobernación Córdoba-Tucumán. El segundo eje fue en base al Principio de la Autonomía y el tercero desarrolló una analogía en la que comparó la reforma universitaria en Córdoba, entre el 28 y 30 de mayo de 1918, relacionado con el 9 y 10 de octubre del 2013 en La Rioja.

Al respecto, Mercado dijo que “la universidad es una creación del medioevo como un dispositivo de disciplinamiento de ingreso y egreso”. En ese marco, señaló que en el siglo XVII la universidad cordobesa fue financiada por el trabajo de las mujeres indígenas.

El segundo eje se basó en la neoliberalización de la educación superior y señaló que los sectores de derecha atacan la gratuidad y el ingreso irrestricto, y justamente ese principio de mercantilización del saber, es enfrentado la sociedad de derecho que nació de la reforma universitaria.

El historiador, en el tercer eje, analizó la analogía entre la Universidad de La Rioja con la de Córdoba en fechas claves como el 9 y 10 de octubre de 2013 y el 28 al 30 de mayo de 1918. En la primera fecha, Mercado señaló que los estudiantes pierden la elección a rector, gana Antonio Nores -de la extrema derecha-, eso obliga a los estudiantes a una huelga activa y toman el rectorado para impedir que asuma Antonio Nores. En esa comparación con octubre de 2013 en La Rioja, se debe aceptar la renuncia del rector Tello Roldán, la debe aceptar la asamblea universitaria en el hospital de Clínicas. “En ambos casos, hubo sujetos activos; la lucha por el conocimiento es por la libertad. Hubo un estallido estudiantil y sociopolítico”, señaló Mercado.

A su turno, en una amena exposición, Bravo Tedín relató el contexto político durante la reforma universitaria del ‘18 en Córdoba y el aporte de los riojanos en ese proceso.  Contó que 30 años antes de la Reforma Universitaria, el que define como es la universidad de Córdoba es Sarmiento, momento que estaba en discusión la relación entre la iglesia y el Estado.

El primer antecedente a la Reforma Universitaria del ‘18 fue el accionar del riojano Joaquín Víctor González quien crea la Universidad de la Plata, la mejor universidad de Latinoamérica, y fue quien planteó que la universidad debe responder a las necesidades del pueblo y la participación de la universidad, satisfaciendo las necesidades científicas de la gente. Otro riojano de importancia fue Juan Zacarías Agüero Vera, a quien nombran director de la biblioteca de Córdoba. Él inaugura una serie de conferencias en las que participarán los más importantes intelectuales del país, y donde se habla de una universidad distinta. Otro riojano de activa participación en la reforma fue Julio Víctor González -hijo de Joaquín- que fundó el partido nacional reformista. Luego, el ministro de Educación de la nación fue José Santos Salinas, quien nació cerca de Olta, ese riojano aceptó muchas de las banderas de la reforma universitaria, comentó el historiador. A eso se suma que el primer partido reformista surge en La Rioja con la Unión Cívica Radical Principista que tiene basamento en la reforma universitaria. El peronismo aportó la creación de las universidades tecnológicas.

Bravo Tedín finalizó su exposición señalando que en 1983 recién pudo comenzar la reforma universitaria porque este centenario estuvo 60 años bajo gobiernos de derecha, que no querían ideas reformistas. Por lo tanto, consideró que la reforma universitaria tiene plena vigencia.

Por su parte, el abogado Pedro Carreño habló de la reforma como un proceso de reforma política. Señaló que es un acontecimiento que excede a la provincia de Córdoba y rescató el Movimiento Estudiantil de Córdoba que indicó el inicio de un proceso que transformó.

Carreño consideró que con estas jornadas nos proponemos repensar el modelo de universidad, pensar serenamente el proceso de ‘La Toma’. En Córdoba se gestó el nuevo actor político, el grito de rebeldía provino de los estudiantes inicialmente, remarcó.

En tanto, señaló que “en la UNLaR hubo una revolución y hay elementos para pensar que así fue.  Los elementos fueron volverse en contra activamente de un régimen, intentar desplazar y construir un nuevo orden normativo, elegir las personas y los procedimientos democráticos, participativos. Destacó que fue una revolución en paz, se hizo sin violencia. “Ni un vidrio roto, ni una silla rota, ni una pintada. También la característica fue el debate y el acuerdo”.

En el marco de una reforma universitaria, ‘La Toma’ fue una filosofía de la acción, de un grupo, de rebeldía ante la ausencia de democracia y abuso de poder.

Para Carreño, “la UNLaR exhibe el protagonismo de un nuevo sujeto: son estudiantes los que protagonizan los cambios y exigen un cambio institucional de paradigma”.

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