Francisco Prevosti, investigador del CONICET en el Museo de Ciencias Antropológicas y Naturales de la Universidad Nacional de La Rioja, en conjunto con un equipo de especialistas del país y del extranjero, analizaron varios niveles de escorias en la región de las formaciones Irene y Chapadmalal que contribuyen a la datación de los registros pampeanos de los últimos nueve millones de años. Los resultados de la investigación fueron publicados recientemente en Scientific Reports.
Prevosti, en diálogo con Radio UNLaR 90.9, explicó que “es un trabajo que publicamos este año de restos que veníamos estudiando los últimos años. Se trata de un gato silvestre que es el ocelote, del que no había registros fósiles para Argentina y había muy poquito para América del Norte y del Sur”.
Asimismo, el investigador precisó que “es como el gato montés, una de las especies de gato silvestre que tenemos en la provincia, leopardus pardiali. Es una especie que está viviendo, no es que se extinguió, lo mismo que el gato montés, que hay fósiles”. Agregó que “es una especie que está viviendo cerca de 100 mil años por eso es que lo encontramos y lo tenemos viviendo en el presente. En Argentina está en la zona norteña y húmeda: Misiones, Corrientes, Chaco húmedo y en las yungas hasta Tucumán”.
En tanto, Prevosti detalló que “el hallazgo fue en una localidad de la provincia de Corrientes, muy cerca del rio Paraná, en unos arroyos secos, muy cerca de Bella Vista, donde un grupo de paleontólogos de Corrientes viene estudiando hace tiempo. Soy especialista en mamífero carnívoro que incluye a los gatos y me consultaron para estudiar esta pieza”.
Con relación a la importancia que este hallazgo tiene para la ciencia, el investigador señaló que “permite conocer cómo era el pasado en América del Sur y Argentina, qué especies están presentes y, en este caso particular, hablamos de una especie que tiene muy pocos fósiles. Nos aporta datos importantes y nos permite una pieza más del rompecabezas para lo que es la historia de estos mamíferos carnívoros”. Como siempre nos pasa en paleontología, el rompecabezas está muy incompleto, hay muy pocas piezas. Ahora, hay un dato más interesante y, sobre todo que tiene un buen anclaje temporal, hay un fechado asociado que pone este fósil 98 mil años antes del presente anterior a la última gran glaciación”, concluyó.
Publicación del CONICET: https://bit.ly/3s0qjc7