La Unidad Didáctico-Productiva de Extracción y Calificación de Aceite de Oliva, de la Sede Universitaria de Santa Rita de Catuna, comenzó con el proceso de molienda de aceitunas para la elaboración de aceite. Esta acción promueve el desarrollo de los productores de la región y se lleva adelante bajo el cumplimiento de protocolos de bioseguridad.
El responsable de la Fábrica de Aceite de la Sede ubicada en la cabecera del departamento Ortiz de Ocampo, Héctor Aguilar -en diálogo con Radio UNLaR 90.9-, comentó que el hecho de comenzar con la molienda de aceitunas “es producto del trabajo que realizan pequeños y medianos productores de toda la región”.
“Los productores acercan la materia prima a la Sede, nosotros la molemos, extraemos el aceite de oliva, lo procesamos y lo ponemos a disposición de ellos”, explicó Aguilar. Asimismo, consideró que la producción olivícola “es un aporte muy importante para lo que es la economía social de toda la zona del sur de Los Llanos”.
En la misma línea, y refiriéndose al contexto de emergencia sanitaria, indicó que el proceso se desarrolla por turnos y con protocolos de bioseguridad. “Tuvimos que adaptar un poco el funcionamiento, lo que hace que la tarea sea un poco más dificultosa; tanto para los productores que cosechan, como para nuestra fábrica”, precisó.
No obstante, manifestó la posibilidad de que la producción de este año se pueda considerar “dentro del promedio de la actividad que lleva adelante la fábrica”, por lo que se tiene “buena perspectiva, a pesar de las dificultades en cuanto al tema de cosecha, circulación, y del trabajo propio dentro de la universidad”.
Por otra parte, el responsable de la fábrica, mencionó que los productores con los que trabajan son entre 80 y 120 que, generalmente, pertenecen a la región de los Llanos y son quienes se encargan de hacer la selección de la materia prima que se destina para la preparación de aceitunas en conserva y para la elaboración de aceite de oliva.
“Una parte de la producción de aceite queda para la universidad, que es la que se comercializa a través de la marca “Solar” -fundamentalmente en la Sede Capital- y el mayor porcentaje es retirado por los productores que, en muchos casos, sobre todo si son pequeños, realizan un importante consumo o lo comercializan ellos directamente”, especificó.