Más de un centenar de nuevos profesionales, recibieron su diploma en una colación especial de la carrera de Medicina, de la UNLaR. El Rector Fabián Calderón resaltó la figura del cardiocirujano René Favaloro como modelo profesional y humano a seguir.
El pasado viernes, 28 de abril, ante un imponente marco de público, la Universidad Nacional de La Rioja celebró su acto de colación especial de la carrera de Medicina, con la entrega de 133 títulos a los flamantes graduados que se insertan en la comunidad como nuevos profesionales.
La ceremonia se desarrolló en la Sala Académica “Doctor Oscar Galíndez”, de la Ciudad Universitaria, y fue encabezada por el rector de la Casa Altos Estudios, Fabián Calderón; quien estuvo acompañado por el vicerrector José Gaspanello, decanos, secretarios, directivos del Hospital Escuela y de Clínicas “Virgen María de Fátima” y demás autoridades universitarias.Cola
Antes de dar inicio a la entrega de títulos, se realizó el reconocimiento al profesor Víctor Abelardo Rodríguez Saavedra por sus diferentes logros y se lo nombró “Profesor Honorario”. Además, se proyectó un video homenaje al “médico del pueblo”, el doctor René Favaloro.
En la oportunidad, también hicieron uso de la palabra los graduados Leonardo Aballay y Valeria Barrionuevo, quienes agradecieron a familiares, amigos, compañeros y docentes por el acompañamiento recibido durante sus años de estudio, recordaron sus días de estudiantes y destacaron el beneficio de pertenecer a la educación pública.
Seguidamente, el Rector felicitó a los nuevos profesionales, al mismo tiempo que destacó que en dicha colación recibían su título egresados de distintos lugares de la provincia; de provincias vecinas y del norte, centro y sur del país; como así también jóvenes de Brasil, “con quienes compartimos un mate, un abrigo y la fuerza durante los 21 días de ‘toma’ de la Universidad; eso nos dio un vínculo muy fuerte para luchar por una educación pública y laica”, indicó.
Asimismo, Calderón reconoció la difícil realidad del campo laboral de la sanidad, y -citando a Favaloro- expresó: “ustedes, como profesionales, deben abrazar y atender, para que puedan sentir al paciente y así entender su realidad”.
“El médico íntegro -continuó- siente que lo importante es el paciente y es él el privilegiado, y si no lamenta su sufrimiento y su muerte, entonces no solo dejó de ser médico, dejó de ser humano”, completó.
Por otro lado, la máxima autoridad académica hizo alusión a que en nuestro país existen lugares donde muchos se resisten desempeñarse, sin y no consideran que se trate de un lugar que posibilite el crecimiento y la formación, “por ello, Favaloro fue, y sigue siendo, un gran médico porque primero entendió que el crecimiento de la medicina está en los lugares más inhóspitos, más adversos y difíciles, en donde muchas veces los profesionales no quieren estar”, sostuvo.
El Rector remarcó: desde la Universidad “tenemos el desafío de seguir acompañándolos porque terminan una etapa pero también hay una invitación para que sigan siendo parte de esta universidad que los vio crecer, a través del posgrado, de las especializaciones, de la investigación, de las becas y de todo un sin fin de actividades que les proponemos hoy en estos nuevos tiempos a nuestros graduados”.
Para finalizar, Calderón agradeció a los egresados que dejaron todo para pelear por un universidad distinta, a las familias que acompañaron en los momentos difíciles que se vivieron como institución, “pero que influyeron en su formación de grado, y por estar en el mismo lugar de reivindicación y de lucha para mejorar las condiciones de vida de nuestros ciudadanos”.