Se trata de los dos últimos estudiantes de la Universidad Nacional de La Rioja que se encontraban en el exterior: en Paraguay y en Perú. De esta manera, la UNLaR ya logró la repatriación de los jóvenes que estaban en universidades extranjeras cumpliendo el Programa de Movilidad Estudiantil y cuya experiencia estuvo atravesada por la pandemia de coronavirus.

Los jóvenes riojanos que se encontraban en el exterior son Mauricio Ocampo, que estaba en Paraguay y que llegó a La Rioja hace una semana, y Emelí Álamo, que estaba en Perú y arribó a la provincia el viernes último.

En diálogo con Radio UNLaR 90.9, la subsecretaria de Relaciones Internacionales de la UNLaR, Alcira Valbuena, explicó: “hace un mes logramos repatriar los estudiantes extranjeros que estaban en nuestra universidad, nos faltaba culminar con el retorno de los estudiantes de la UNLaR que aún se encontraban en el exterior”.

“Por la pandemia se torna más tensa la posibilidad de repatriación, los recursos lo ha dispuesto -una ayuda económica- la universidad, a través de la autorización de la Secretaría de Políticas Universitaria, porque a los estudiantes en el extranjero se les van agotando los recursos propios, porque las becas tuvieron cumplimiento en el mes de junio y negociando con las universidades anfitrionas a algunas se les extendió un mes”, precisó Valbuena; y agregó que en el caso de Emelí, su beca finalizó el 30 de agosto y había que hacer lo imposible para que pudiese tomar el vuelo de Aerolíneas Argentinas del 8 de setiembre”. “Ha sido una logística desde cancillería con las áreas de gobierno porque necesitamos las autorizaciones de permisos para ingresar, desplazarse, ubicarla en el hotel donde está realizando la cuarentena”, agregó.

En tanto, señaló que, en el caso de Ocampo, su repatriación sólo se pudo hacer vía terrestre por el contacto del Consulado Argentino y la universidad en la que estaba, se acordó dejarlo en la frontera con Misiones y la familia tomó la iniciativa de buscarlo de manera particular y traerlo hasta La Rioja.
Para finalizar, Valbuena dijo que, en el caso de Emelí, “tuvo que tomar todos los recaudos y respetar los protocolos que tiene la provincia”, por lo que actualmente se encuentra aislada en un hotel de la ciudad capital de La Rioja.

Intercambio en pandemia

Emelí Álamo es estudiante de la Licenciatura en Comunicación Social de la UNLaR, se encontraba en Arequipa, en la Universidad Católica de Santa María, realizando el intercambio a través del programa Crisco. En contacto con Radio UNLaR 90.9, comentó su experiencia en Perú, destacando que regresó el viernes último (11 de setiembre) a la provincia. “Me encuentro bien de salud, creo que eso es lo más importante y lo que más miedo teníamos en todo el proceso de regresar al país que fue bastante complejo y hubiera sido imposible sin todo el acompañamiento del área de (la Subsecretaría de Relaciones) Internacionales, de la licenciada Valbuena”, dijo la estudiante.

Asimismo, comentó que “la situación en Perú era muy compleja, (ya que) había muchos argentinos varados y los vuelos no eran suficientes y cada vez se postergaba más la vuelta”. Recordó: “inicialmente, mi beca era hasta el 17 de junio y hasta ese momento no tuve la oportunidad de regresar y agosto salió un sólo vuelo de tres que había programado”. Y agregó que coordinando entre las dos universidades con la ayuda de la Embajada y Cancillería argentina en Perú se consiguió un vuelo para regresar.

De su experiencia en Arequipa relató: “llegamos con los primeros 15 días de cuarentena que habían dictado en Perú, al final no se pudo hacer prácticamente nada y antes de volverme, Arequipa salió de cuarentena y ahí pude salir y conocer la ciudad y la universidad”. Comentó que la universidad les ofrecía alojamiento en la casa de una familia anfitriona, donde les ofrecían las tres comidas los siete días de la semana y compartía con tres chicas más que también estaban con (el programa) Criscos, dos de Bolivia y una de Colombia.
“Hubo situaciones complicadas porque había incertidumbre y entonces aparece el miedo. En Perú las cifras de contagiados eran terribles y los hospitales colapsados. ¿Qué hago estando tan lejos de mi casa?, estando tan lejos, una tiene miedo”, expresó Álamo. Recordó que allí comenzaron las clases en forma virtual dos semanas después de lo previsto.
La estudiante, que realiza el aislamiento en el hotel King hasta el próximo 24 de setiembre, expresó: “estoy tranquila al estar tan cerca, estoy a cuadras de mi casa y no los puedo ver, estoy con el aislamiento preventivo, es otra la tranquilidad, cuando entramos a la ciudad fue un peso que me saque de encima”.

Para finalizar, destacó: “sin la ayuda de la UNLaR hubiese sido casi imposible regresar ya que los recursos económicos eran contados”.

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