Así se pronunció el rector de la UNLaR, Fabián Calderón, en el marco de una nueva colación de grado de la Casa de Altos Estudios. Poco más de un centenar de nuevos profesionales recibió su diploma.
En la tarde de este viernes, la Universidad Nacional de La Rioja vivió la segunda colación de grado del presente año. El acto se dio en el marco del “Día de la Patria”, que se conmemoró el pasado 25 de mayo.
En la oportunidad, ante un numeroso auditorio asistente en la sala Académica “Doctor Oscar Quiroga Galíndez”, más de un centenar de profesionales recibió sus respectivos diplomas.
La ceremonia fue encabezada por el rector Fabián Calderón, junto al vicerrector José Gaspanello, decanos, secretarios y subsecretarios del Rectorado, secretarios académicos y administrativos, autoridades del Colegio Preuniversitario “General San Martín”, del hospital Escuela y de Clínicas “Virgen María de Fátima”, de los gremios ATUR, SIDIUNLaR y ARDU, docentes, no docentes, estudiantes y comunidad universitaria en general.
Tras el ingreso de las banderas de ceremonia y la entonación de los himnos nacional y provincial, el rector Calderón procedió a tomar juramento a los flamantes graduados.
Asimismo, en representación de los recientes profesionales, la licenciada en Gestión Organizacional y Recursos Humanos, Rita del Carmen Viera, expresó: “me imagino que todos compartimos la misma emoción por haber logrado una pequeña meta personal de nuestras vidas. Debemos asumir el compromiso de comprometernos con la realidad y tratar de transformarla haciendo un mundo mejor, tenemos que tener la convicción y la suficiente confianza en uno mismo para convertirnos en mejores personas”.
Seguidamente, tomó la palabra el Rector, quien emitió su discurso en defensa de la educación pública y gratuita: “aproximadamente el 60 por ciento de los graduados son hijos de padres que terminaron la secundaria; el 23 por ciento, de padres que terminaron la primaria; y el 18 por ciento restante, son hijos de profesionales universitarios. Es decir que el 82 por ciento de nuestros graduados son primera generación de graduados de sus familias”. Luego, dio a conocer el pronunciamiento probado por el Concejo Superior, en rechazo a los conceptos emitidos por la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal: “sabemos que la universidad pública y gratuita, en nuestro país, es la herramienta más poderosa de cambio, entendida como un derecho humano y un bien público social, que viene fortaleciéndose y desarrollándose en estos más de 30 años de vida democrática. Por eso, llamamos a la reflexión, consideración y puesta en valor de nuestra educación universitaria pública, a la que hoy nos sentimos en gran reconocimiento no tan solo por sus aportes a la argentina, sino a todo el mundo”.
Tras ello, en alusión a los 100 años de la Reforma Universitaria que marcó un antes y un después en la vida de los universitarios, Calderón se dirigió a los graduados: “están iniciando un punto de partida en sus vidas en el que debe priorizar el sentimiento personal, pero también el colectivo. Que este nuevo punto de partida signifique una nueva responsabilidad para transformar las instituciones, la realidad provincial y para trasformar un mundo que desea humanizarse y recuperarse”.
Por último, se dio paso al momento más ansiado por los egresados: la entrega de diplomas.